
El recital está dividido en dos partes bien diferenciadas.
En la primera, interpretará dos obras barrocas de dos músicos referentes de esta época, que curiosamente nacieron el mismo año, en 1685, el alemán Juan Sebastián Bach y el napolitano Domenico Scarlatti que va a desarrollar parte de su carrera musical en España.
En la segunda parte del Programa podrán escuchar obras de tres referentes del nacionalismo
musical español, en épocas distintas, pero muy relacionadas entre si: Francisco Tárrega (2ª mitad
siglo XIX), Joaquín Turina (1ª mitad siglo XX) y Joaquín Rodrigo (2ª mitad siglo XX).
Fuga de la Suite BWV 997 para laúd de Juan Sebastian Bach. A diferencia de otras obras de este estilo, que son transcripciones de piezas para violín o violonchelo, se nota que esta obra está mejor adaptada a las características propias de los instrumentos punteados, dado que Bach escribió esta suite de cinco movimientos para laúd. Aún así, está adaptada a la guitarra porque, entre otras cuestiones, se interpreta un tono más bajo que la composición original. Posiblemente fue escrita en su estancia en Leipzig, entre 1730 y 1740.
Sonata K27 de Domenico Scarlatti. Transcripción del compositor de sonatas para cémbalo por excelencia, con un catálogo de 555. En este caso, la K27 corresponde al libro Essercizi per gravicembalo, que incluye un total de 30 sonatas ordenadas de menor a mayor dificultad, dedicadas al rey de Portugal (Juan V) y editadas en Londres en 1738, bajo la dirección del autor. Ejemplo de sonata bipartita, con uso de elementos propios del folclore español, rupturas rítmicas y otros efectos. Estos y otros elementos hacen de la obra de Scarlatti para cémbalo sea algo único e irrepetible.
Recuerdos de la Alhambra de Francisco Tárrega. Compuesta en la ciudad de Granada, es seguramente la obra más conocida del autor, inspirada en el conjunto de jardines y palacios de La Alhambra. Una obra que ha conseguido hacerse hueco más allá de la guitarra, instrumento para la que fue escrita, con múltiples transcripciones y versiones para todo tipo de instrumentos y conjuntos. La pieza se caracteriza principalmente por la utilización de la técnica del "trémolo" para interpretar la línea melódica, a la vez que el músico va haciendo un acompañamiento con los registros más graves del instrumento.
Tres piezas españolas de Joaquín Rodrigo. El maestro mezcla en su obra el sabor de tradiciones nacionales simultáneamente con una perspectiva modernista. Las tres piezas españolas (Fandango, Pasacalles y Zapateado) son un claro exponente de la crítica hacia los arquetipos de la guitarra tradional española y una apertura hacia las nuevas perspectivas musicales.
Fantasía Sevillana de Joaquín Turina. Dedicada por el autor al maestro de la guitarra Andrés Segovia e inspirada en los paisajes de Sevilla. Tanto los ritmos como las melodías presentes en esta obra son propios de la cultura andaluza y gitana, con empleo de polirritmias propias de ellas.
En cuanto a sus armonías, tienen tambien influencias del impresionismo francés y de sus conocimientos adquiridos en París.