Iman Amar y Ana Valladares, con la ayuda de Guille Briales, dan forma a Adiós Amores, el secreto mejor guardado -hasta ahora- del pop nacional. Desde finales de 2019 llevan asombrando a quien las escucha. Grabando todas sus canciones en el cada vez más concurrido estudio de La Mina, con Raúl Pérez, basta escuchar "Charlotte" y "La fuente", las canciones elegidas como cartas de presentación por Adiós Amores, para darse cuenta que, si algo tienen, son las ideas claras. En la primera encontramos ecos innegables de su admirada Jeanette y de las pegadizas melodías yeyés de otras ídolas como France Gall y Françoise Hardy; en la segunda sorprenden con esas vibrantes guitarras a lo Shadows. Habrá también quien rastree en sus letras ese afecto que Adiós Amores confiesan sentir por la copla española y sus quereles. O la reverencia que la banda muestra por Lole y Manuel, a los que no dudan en poner en el mismo altar que a sus deidades psicodélicas: Brian Jonestown Massacre, The Flaming Lips y The Electric Prunes. No son las únicas referencias que manejan las integrantes de Adiós Amores: además de citar a clásicos como The Beach Boys, "los discos de Pony Bravo, Chancha Vía Circuito, Deerhuntes y Warpaint siempre han sonado en los trayectos en coche de vuelta a casa".
Ya en 2020 y en plena pandemia, Adiós Amores decidieron ir publicando sus novedades en sendos singles de 7", editados a través del sello Snap! Clap! Club de Barcelona: el primero de ellos ya está agotado y el segundo corre el mismo camino.
